The good dinosaur es lo más parecido a una película maldita que los estudios Pixar han sufrido hasta la fecha. Con un proceso de producción de seis años, el proyecto fue acumulando retrasos que ocasionaron un sonado descuadre en el calendario de estrenos de Disney en general y de Pixar en particular. Originalmente planificada para estrenarse en 2013 (en la fecha que finalmente ocupó Frozen, uno de los mayores éxitos de Disney en toda su historia) problemas con el guión, con la producción y, en definitiva, con los exigentes estándares de calidad del estudio de John Lasseter, obligaron a tomar serias medidas, reemplazando piezas del equipo creativo tan importantes como su productor (Denise Ream por John Walker) o, sobre todo, su director: tras años de duro trabajo en un film muy personal, Bob Peterson fue sustituido por otro debutante, Peter Sohn, mientras que la compañía vivía momentos dramáticos en medio del despido de más de un centenar de empleados. Con Sohn a las riendas, y bajo la rigurosa supervisión de los directivos del estudio, el proyecto adoptó importantes cambios argumentales que obligaron a retrasar el estreno dos años, siendo 2014 el primero de muchos años en los que la factoría no estrenaba ningún largometraje, y 2015 el primero en toda su historia con una entrega doble. Y esto parece haber terminado de perjudicar el éxito del proyecto, porque mientras la muy taquillera Inside out fue una película esperada, oportunamente presentada (y aplaudida) en Cannes, se diría que la millonaria campaña de marketing de The good dinosaur no ha tenido la contundencia suficiente, y tras semanas en cartel ya se habla de fracaso comercial.
Lo cierto es que hay algo de extraño en el relato que nos cuenta The good dinosaur, demasiado lineal, que a veces peca de un excesivo subrayado mediante la partitura de los hermanos Jeff y Mychael Danna, y carente del nervio narrativo de casi cualquier otra producción Pixar (incluso recuerda a ratos a la olvidada Dinosaur, un fallido acercamiento al tema en 3D por parte de Disney y al margen de Pixar), pero que tampoco merece semejante suerte. Y es que, al igual que me parecieron injustos los palos que la crítica dio a Cars 2 y a Monsters University, no comparto el frío recibimiento del público hacia la que seguramente sea una culminación técnica en la animación por ordenador, ofreciendo los paisajes artificiales más realistas que un servidor jamás ha visto en una pantalla de cine, al tiempo que desarrolla con un adecuado ritmo una idea muy original: en ese pasado contrafactual en el que ningún meteorito impactó contra la tierra hace sesenta y cinco millones de años (algo que la película nos cuenta de manera brillante en pocos segundos y sin ninguna voz en off), los dinosaurios herbívoros se dedicaron a la agricultura, y los carnívoros a la ganadería, mientras que el ser humano aparece como una alimaña que devora las despensas y al que hay que aniquilar o domesticar. De hecho, esa familia de sapiens que terminarán cerrando un final feliz para el pequeño Spot, aparecen a menudo en el horizonte, inquietando al dinosaurio protagonista, acaso significando la amenaza que los humanos algún día serán para su especie y para toda la naturaleza.
The Good Dinosaur - Peter Sohn - 2015 [ficha técnica]
martes, 15 de diciembre de 2015
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