El plano introductorio de Jersey Boys enmarca a uno de sus protagonistas en una transitada calle de Nueva Jersey desde la que se ven, en la lejanía, las torres del skyline de Manhattan. Este detalle resulta simétrico respecto al desenlace del relato, que tiene lugar en el Rock & Roll Hall of Fame, un escenario urbano de los que, al comienzo de la historia, parecían inalcanzables para los inmigrantes que poblaban los barrios obreros limítrofes con Nueva York: la película de Eastwood sugiere de esta manera una materialización del ascenso de sus protagonistas, e invita a leer paralelismos entre la vida del verdadero Frankie Valli y sus compañeros en el grupo musical Four Seasons, y el trayecto del propio director como personalidad cinematográfica. Véanse las imágenes de la serie Rawhide (donde el hoy aclamado cineasta alcanzaba cierta popularidad como joven actor) que los protagonistas de Jersey Boys (tan jóvenes como Eastwood) ven fugazmente en la habitación de un hotel mientras disfrutan de esa misma popularidad, y cómo la citada secuencia del Hall of Fame tiene lugar a principios de la década de los noventa, más o menos al tiempo que el autor de Sin perdón recibía el ansiado reconocimiento por parte de la Academia de Hollywood, detalles con la suficiente personalidad como para no pasar por alto la película en cuanto "film menor" (se trata de la adaptación de un musical de Broadway que conserva parte de su elenco) u "obra de encargo" (los mismísimos Frankie Valli y Bob Gaudio participan en la producción de la cinta), curiosa etiqueta ésta para un guión que no cae fácilmente en la complacencia con el espectador: como muestra, basta ver cómo tras la secuencia de cortejo entre Valli (interpretado con bastante acierto por John Lloyd Young) y Mary (Renée Marino) el relato omite una escena de cama "de manual" para llevarnos, elipsis mediante, al momento inmediatamente posterior a la boda de ambos.
No obstante, la manera en la que el realizador pone en escena el guión delata cierta desgana por su parte, al ser un film donde el director narra las escenas con cierto conservadurismo, asumiendo escasos riesgos formales, como prueba el hecho de que escenas tan climáticas como la despedida por parte Valli de su familia, cuando es expulsado de su propia casa, están desarrolladas con corrección, pero carecen de la fuerza que se espera del director en una secuencia de este tipo. No obstante, al tratarse de una película contada de manera lineal (salvo en los flashbacks que explican el origen de los problemas económicos del grupo por culpa de las deudas de uno de sus integrantes), Eastwood se ayuda de un estilo directo, con narraciones en primera persona mirando a cámara, que le permiten aportar alguna interesante licencia: cuando, tras la secuencia del entierro de la joven hija de Valli, la cámara busca frontalmente al personaje, como queriendo otorgarle el turno de palabra, Valli, con un semblante más furioso que abatido, se limita a mirar desafiante al espectador, negándose a tomar parte en la acción.
Jersey Boys - Clint Eastwood - 2014 [ficha técnica]
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domingo, 21 de septiembre de 2014
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