Puede que el hecho de haber filmado varios capítulos de la reconocida serie para televisión Breaking Bad ha ayudado al joven director Rian Johnson a la hora de obtener financiación para un guión propio tan ambicioso como el de Looper, si bien el verdadero salto cuantitativo ya lo dio Johnson entre su modesto primer largometraje, Brick (presupuestado en medio millón de dolares), y la superproducción The Brothers Bloom. A falta de conocer estos dos trabajos, ciñéndonos a Looper, Johnson me ha parecido hábil y arriesgado como director, pero vulgar y perezoso como guionista. Empezando por lo primero, es loable el gusto del director por un lenguaje económico y directo, que le permite prescindir de un presupuesto más holgado sin renunciar a cierta espectacularidad, y esto es algo que tenemos claro desde el principio, cuando Johnson sólo necesita un plano para acercarnos al actor (también productor) Joseph Gordon-Levitt encarnando al personaje protagonista, Joe, y con un sencillo movimiento de cámara describirnos en qué consiste su trabajo, cuando vemos a un individuo atado y encapuchado aparecer de la nada, y a Joe disparar a éste a sangre fría y casi a bocajarro. Looper se nos presenta con este tipo de imágenes y con el apoyo de la voz en off de Gordon-Levitt, un recurso que sólo será necesario en los minutos finales del relato, algo arriesgado y honorable teniendo en cuenta los muchos saltos temporales del relato, para los cuales Johnson se vale únicamente de las imágenes y el montaje, depositando toda su confianza en estos elementos. Véase, sobre todo, el primer encuentro entre Joe con él mismo treinta años mayor (Bruce Willis), donde se supone que el primero debería matar al segundo, pero que se salda con éste consiguiendo escapar, y con su perseguidor volviendo a su apartamento donde tendrá que librarse de sus propios compañeros, de lo cual pasamos, sin ocultar un enorme desconcierto, al encuentro que tuvo lugar en una línea temporal "anterior", donde vemos que el joven Joe sí consigue matar a su "yo" del futuro, y cómo se retira hasta encontrar una motivación por la cual, en su nuevo viaje al pasado, intentará a toda costa escapar de su destino para vengar la muerte de su esposa.
Sin embargo, como decíamos, si Johnson acierta corriendo todos estos riesgos como realizador, se muestra mucho más conservador como guionista. No me refiero sólo a cierta falta de originalidad por parte del autor a la hora de desarrollar un film de ciencia ficción con viajes en el tiempo variante "asesinato retroactivo", a la manera, para entendernos, de la saga Terminator, donde se repiten escenas que son ya casi un déjà vu en este tipo de relatos, como el recorrido por la ciudad de un asesino del futuro cuyo objetivo es eliminar a todos los posibles individuos que pudieran convertirse en su enemigo al cabo de los años (sea el misterioso "Rainmaker" en este film, como lo fue John Connor en el universo de James Cameron), algo tras lo cual se adivina no poca admiración de Johnson hacia cierta época dorada del cine de acción americano (véase también el semblante de Bruce Willis cuando aniquila a sus enemigos, casi un guiño a los films que le hicieron popular en los años ochenta y noventa). Donde Johnson se muestra excesivamente precavido es a la hora de hilvanar su guión insertando cada uno de los que comúnmente se consideran los principales tópicos del cine comercial, casi siempre de manera gratuita y como si siguiera un manual: aparte de la necesaria violencia y destrucción de la propiedad, Johnson nos ofrece un plano detalle de las interminables piernas de una Piper Perabo en topless; el equivalente masculino de este detalle en el torso desnudo de Joseph Gordon-Levitt, salpicado de leves heridas que su compañera tiene que curar; la tensión sexual convenientemente resuelta entre el guapo actor y la también guapa Emily Blunt, quien interpreta a la damisela que el héroe debe proteger, si bien (corrección política mediante) se presenta como una mujer autosuficiente que no se separa de su rifle, y el alivio cómico en forma de fastidioso enemigo del protagonista, el personaje de Kid Blue, interpretado por Noah Segan, y que, exceptuando su divertida secuencia de presentación, a la larga termina perjudicando el carácter serio que, por otro lado, se intenta imprimir al relato.
Looper - Rian Johnson - 2012 [ficha técnica]
lunes, 29 de octubre de 2012
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Opinión respetable, y si bien el guión no es repanocha, no me sentí engañado en ningún momento. Vale que es un refrito, pero yo creo que prácticamente todo lo es hoy en dia. Si la narración me convence, la película funciona para mí. Desde luego que paga algún peaje practicamente ineludible en el cine comercial, pero por lo menos carga las tintas en eso.
ResponderEliminarBuena entrada y muchas gracias por participar en nuestro blog.
Saludos
Tal vez no me he expresado bien, lo que me irrita del guión de Looper no son sus influencias (tienes razón, poco queda hoy en día que no sea un refrito de algo), sino esa sucesión de tópicos "de manual" cuidadosamente distribuidos por toda la cinta: violencia, destrucción de la propiedad, piernas de ella, torso de él, tensión sexual resuelta y alivio cómico en forma de "malo tonto".
EliminarDe todas formas, insisto, me gustó cómo está realizada y montada, y me entretuvo, que no es poco.
Gracias a ti también por tu comentario.