El primer guión completamente propio que Christopher Nolan lleva al cine desde Following, su debut como director de largometrajes, certifica la fijación de su autor por las tramas laberínticas, por los relatos con trampa y los imposibles desplazamientos espaciales y temporales. Origen no es, sin embargo, una película de la que debamos destacar, por encima de otras virtudes, un guión ejemplar, ya que sus principales méritos los encontramos, a mi juicio, en la ejecución de Nolan como director, firmante de un espectáculo de épica abrumadora y narrativa intachable. Esta labor es lo que hace parecer al guión mucho más de lo que es, ya que Nolan consigue así ocultar sus carencias argumentales, que no son pocas: empecemos por la mecánica manera en la que se van presentando los personajes que formarán el equipo liderador por Cobb (Leonardo DiCaprio), un tramo del film que Nolan necesita amenizar con radicales cambios de escenario (Asia, Europa, África), pequeños insertos de acción (la persecución de Cobb por las calles de Tánger) y gratuitos efectos visuales (ese barrio de París que se dobla hasta parecer un cuadro de Escher), siendo consciente de que el verdadero potencial del relato tiene lugar una vez que los protagonistas se introducen en mente del multimillonario Robert Fischer (Cillian Murphy), momento cuya intensidad perdurará durante casi dos horas de una acción, como decimos, perfectamente orquestada por el director. Además, una de las líneas más trabajadas dentro del desarrollo temático de Origen gira en torno a una posible sorpresa final cuando, la verdad, no debemos ser pocos los que, transcurridos los primeros compases del metraje, ya empezábamos a sospechar que el responsable de Memento y El truco final iba a aprovechar la importancia que tienen los sueños en la película para finalizarla sugiriendo alguna ambigüedad narrativa que, por lo tanto, poco tiene de sorprendente (añádase aquí que Origen tiene la mala suerte de estrenarse poco después de Shutter Island, film con el que comparte no pocos puntos en común, lo que hace que muchas de las ideas con las que Nolan nos pretende desconcertar nos resulten familiares). Por último, se echa en falta en el trabajo literario de Nolan un aprovechamiento más maduro de la psicología de los personajes, en el sentido de que no hay un ápice de freudianismo a la hora de plasmar sus sueños, pasando de puntillas por sus trastornos neuróticos y atendiendo únicamente a sus fantasmas sentimentales y a los malos recuerdos de los que tratan de redimirse, en definitiva, recurriendo a su subconsciente de una manera meramente hollywoodiense. Pero es precisamente ahí donde está la clave para el disfrute de Origen, cuando utiliza los sueños para hacer un homenaje al cine de género, sugiriendo que cine y sueño son cosas muy parecidas: de ahí que se comparen, entre líneas, la estructuras "narrativas" del sueño y la secuencia cinematográfica, cuando Cobb advierte de que el sujeto soñador (el personaje cinematográfico) no sabe cómo ha comenzado su sueño ni cómo ha llegado hasta allí (como tampoco lo saben los espectadores al principio de la secuencia); de ahí que las imágenes de Origen adquieran por momentos una gran fisicidad a medida que los protagonistas van descendiendo en su subconsciente, y que tengan a menudo un carácter más onírico cuando pertenecen al plano "real" del cine.
'Inception' - Christopher Nolan - 2010 [ficha técnica]
sábado, 14 de agosto de 2010
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nolan sigue demostrando que es el autor con mas talento de hollywood, una pasada de pelicula, no me pude mover del asiento en las 2 horas y 30 minutos de metraje.
ResponderEliminarpor cierto buenisima la banda sonora.
En mi opinión, el acompañamiento musical de la primera media hora está algo saturado, aunque por separado es cierto que la partitura es muy buena. Lo del crescendo de la canción de Édith Piaf utilizado como despertador también está muy logrado.
ResponderEliminarLo peor, (1) el discurso en boca de los personajes para informar al espectador de que no se pierda la segunda parte (excesivamente obvio y largo) y (2) la falta de surrealismo en el universo onírico. Lo mejor, aparte de lo ya reseñado, las escenas de acción en 'gravedad cero', cuando ya no parece que se pueda hacer casi nada original en ese terreno.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, Daniel.
ResponderEliminarUn saludo.
Acabo de ver Origen y tengo sensaciones contrarias. Por un lado la película me ha gustado. Tiene el honor de ser la película que ha conseguido que me duerma, lo que no me pasaba desde la infancia, pero es cierto que andaba muy cansado últimamente. O sea que he vuelto a ver el principio y he acabado de verla.
ResponderEliminarVista de nuevo, opino que la trama inicial no me resulta grandilocuente, de hecho, se asemeja al guión de un robo, estilo Ocean´s eleven o algo así. Sin embargo, la trama de los sueños tiene mucho más.
Como tú dices, Manuel, la película goza de gran intensidad y puede resultar satisfactoria en este sentido. También tiene de positivo la recreación de espacios oníricos, como ocurre por ejemplo en "La celda", más oscura obviamente, o "Más allá de los sueños".
Sin embargo, debo decir, que tal como me la habían puesto me esperaba algo más. La trama es muy enrevesada pero a base de ideas simples que no acaban de explotar y que hacen aguas por todas partes. Coincido con algunas cosas que se han dicho aquí y también lanzo algunas preguntas:
- ¿En base a qué duran más los sueños en subcapas del inconsciente? Por mucho que un sueño pueda parecer durar al soñador, una vez que se despierta esa sensación no dura más que segundos.
- ¿Cómo puede Cobb encontrar a Saito cuando muere en el sueño, si se introduce en su propio inconsciente no compartido?
- Si la furgoneta está en caída libre y lo notan en el hotel, y de hecho están todos flotando, ¿por qué no flotan en la nieve? El soñador para el sueño de la nieve está flotando también...
- Cuando Cobb le dijo a su esposa en el limbo que su mundo no era real no le estaba introduciendo una idea, ¿no estaba simplemente diciéndoselo?
En fin, es ficción y tampoco hay que ser muy meticuloso, pero no me ha parecido estar todo el guión bien argumentado. Por cierto, sobre los arquitectos, ¿habéis probado a seguir una estructura en un sueño sin que cambie veinte veces?
Y lo más importante, cuando ella se convenció de que su mundo no era real pensé que Cobb, al acabar la aventura, aún se daría cuenta de que todo había sido un sueño y de que ella tenía razón. De hecho, ¿no os parece casualidad que todo en su casa siga en el mismo sitio, y que sus hijos tengan el mismo aspecto que en sus recuerdos? Y sobre todo, que el totem giraba y giraba sin fin....
Creo que es la sorpresa que encierra Nolan, que yo estaba esperando y creo que es a la que te refieres Manolo, pero hay que hacer la lectura, no es explícita.