Reconozco que hasta ahora no le había prestado ninguna atención al cineasta francés Jacques Audiard, autor de algunas películas que gozan de relativa popularidad dentro del panorama europeo y que sólo conozco de oídas, como son Un héroe muy discreto o De latir mi corazón se ha parado, films que cosecharon algún que otro premio, sobre todo, en Francia pero que, desde luego, no venían precedidos de la excelente reputación que ha traído consigo Un profeta en su estreno en España, siendo considerada, entre otras cosas, como mejor película de 2009 por la revista Sight & Sound superando a títulos archiaplaudidos como son la, para mí, sobrevalorada En tierra hostil o la fenomenal La cinta blanca, film éste con el que Un profeta compitió en Cannes, siendo premiado finalmente con la Palma de Oro el trabajo de Michael Haneke y con el Gran Premio el de Audiard. Para quien, como yo, desconocía la obra de su director, Un profeta surge como un agradable descubrimiento, siendo una obra sobresaliente que sorprende por venir firmada por un cineasta que hasta la fecha había tenido una escasa repercusión. Su último film es un thriller carcelario y, por este motivo, se hace inevitable la comparación con la celebérrima cinta de Daniel Monzón Celda 211, un film notable pero que a veces abusa de tópicos con el objetivo de recalcar la pertenencia a cierto género. Es cierto que la trama de Un profeta puede recordar en ocasiones a las ideas de Nicholas Pileggi sobre el proceso de aceptación en los clanes mafiosos que llevó al cine Scorsese en el díptico Uno de los nuestros / Casino, pero el género surge de manera natural de las imágenes de Un profeta, su existencia no es en absoluto rebuscada ya que no hay en ella el menor asomo del lastre cinéfilo que tanto daño hace a muchos directores contemporáneos.
El hecho de que su relato parezca partir de cero, sin buscar referencias previas, es algo palpable en su arranque, cuando su protagonista, el joven Malik El Djebena (Tahar Rahim) es trasladado a la prisión que será el escenario principal del relato y la imagen se nos muestra velada para irse esclareciendo poco a poco, dando a entender que el personaje despierta de un letargo pero, para los espectadores, parece como si el personaje "naciera" en ese instante, una apuesta ciertamente arriesgada por parte de Audiard, al renunciar a cualquier tipo de prólogo y al no incluir ningún flashback en todo el metraje: A partir de aquí, todo lo que se nos cuenta procederá directamente de la acción, algo complicado cuando en el guión (coescrito por el propio Audiard) empiezan a multiplicarse los personajes. Para prevenirnos de tal confusión, el film hace gala de una envidiable economía narrativa, y esto es lo que hace que el trabajo de Audiard sea excepcional, siendo incontables los momentos en los que el film consigue transmitir la psicología y circunstancias de su protagonista con pasmosa facilidad. Valgan como ejemplo de esto último los intentos de Malik por escabullirse del entorno de los matones corsos al principio del relato (el joven intenta, en primer lugar, delatarlos ante unos guardias que están a merced de la mafia interna de la prisión, después participa en una pelea intentando, sin éxito, ser reubicado por mala conducta, todo ello en dos tres escenas puramente visuales); la falta de experiencia del joven al preparar el asesinato de Reyeb (Hichem Yacoubi), primero, no consiguiendo manejar con habilidad la cuchilla que debe ocultar en su boca, después, complicándose las cosas cuando llega el momento clave (un sólo plano de su labio sangrante es suficiente); la imposible adapatación del protagonista al grupo de matones por razones culturales (el cómico momento en el que se presentan ante un nuevo preso con sus apellidos latinos, mientras que él aparece el último diciendo "El Djebena"); la total fascinación que produce en él el mundo exterior durante sus eventuales permisos (ese canto de pájaros que se escucha en su primera salida, o su desorientación en la escena del aeropuerto, recalcada cuando Malik es cacheado rutinariamente y el joven muestra su lengua de manera mecánica); el ascenso social de Malik dentro de la prisión cuando se le empiezan a dar bien las cosas en el negocio del tráfico de drogas, cuando vemos cómo va recibiendo beneficios, entre los cuales se incluyen los servicios de una prostituta (de nuevo, habilmente presentada como tal: en un vis a vis, ambos se conocen, cubren las ventanas de la sala y terminan practicando sexo de manera desenfrenada), o su final aceptación por parte de un nuevo clan, esta vez, de origen musulmán, en medio de un escenario en el cual Malik parece sentirse "en casa" (una mujer mayor se ofrece para lavarle la ropa y Malik disfruta de la estancia terminando con un paseo por la playa). Y lo más importante de todo, Audiard sabe plasmar todas esas ideas pero no se limita a hacer cine contemplativo, ya que Un profeta es, ante todo, una película de acción, de ahí que sus momentos climáticos sean aquellos en los que Malik planea los asesinatos, largas secuencias en las que el director sabe crear una tensión pocas veces conseguida en el policíaco europeo reciente. El hecho de que se trate de cine de género, no impide que Un profeta sea cine en estado puro.
'Un prophète' - Jacques Audiard - 2009 [ficha técnica]
martes, 23 de marzo de 2010
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me alegra que te haya gustado mi recomendacion.
ResponderEliminarGracias por la recomendación. Lo cierto es que tenía pensado verla desde lo de Sight & Sound, pero no era una de mis prioridades.
ResponderEliminarque blog de cine tan interesante, lo descubri por casualidad hoy abril 13 de 2010, por favor soy de medellin colombia y me guistaria tener la lista completa de las 16 votaciones de los cahiers de lo mejor de los 2000, esto porque no la he podido conseguir en ninguna parte, y no estoy seguro si la que aparece publicada en cahiers españa sean las originales. por favor si alguien me puede colaborar mi correo es....
ResponderEliminarmemocanola@hotmail.com.
gracias los que amamos el buen cine
No tengo las votaciones del Cahiers original, pero sí puedo decirte que los votantes de Cahiers España son otros.
ResponderEliminarSaludos.
No esta mal la pelicula. Una historia interesante y bien contada. Pero no acabo de ver tanta grandeza en ella. Ni en el film ni en tu comentario. A mi no me ha parecido para tanto
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