En los primeros compases de A ciegas (pésima traducción del Blindness original) varios habitantes de la anónima ciudad donde se desarrolla la acción se ven afectados por una rara enfermedad que hace que todo lo vean blanco, perdiendo así el sentido de la vista. Por ello, en el momento en que cada uno de ellos se ve infectado por la ceguera blanca, el director de fotografía César Charlone hace que la iluminación sature los encuadres logrando así que el color blanco se convierta en predominante de la pantalla. El cineasta Fernando Meirelles parece buscar de esta forma situarse bajo la piel de unos personajes que no ven, tarea sumamente difícil si se emplea para ello el cine, un medio eminentemente visual. Sin embargo, la idea poco a poco va desapareciendo de la escena, y los escenarios son a lo largo del resto del film retratados con más variedades cromáticas. Si se trataba de desistir de la difícil tarea de filmar las cosas desde el punto de vista (valga la contradicción) de los ciegos, Meirelles podía haber buscado el centro de su relato en la mujer del médico (Julianne Moore), único personaje que no pierde la visión y cuya vivencia de los hechos no tiene por qué ser menos atractiva. Sin embargo, el director tira por la calle de enmedio: si bien la mujer tiene algo más de protagonismo que sus compañeros, el film termina siendo un relato colectivo con la única pretensión de entretenernos con los enfrentamientos y las miserias que tienen lugar en el pabellón donde los enfermos son recluidos. Al final, A ciegas tiene el problema de que hace prevalecer las acciones de sus personajes sobre su minusvalía, con lo que su metraje carece de interés en su media hora final, una vez resueltas las disputas entre los ciegos del centro de aislamiento.
Nótese que no he comentado nada sobre la valía de Meirelles a la hora de adaptar Ensayo sobre la ceguera, una de las novelas más célebres (tal vez por lo que tiene de impactante) de José Saramago. Considero un error esperar encontrar las virtudes del escritor portugués en las imágenes de alguien tan alejado de su prosa como el director de Ciudad de Dios. Con esto no quiero decir que Meirelles esté incapacitado para hacer una buena película a partir de un material de este tipo, sino que era de esperar que ofreciera algo muy diferente a la novela original, al estilo del entretenido film de Alfonso Cuarón Hijos del hombres, donde la ausencia de explicaciones científicas a fenómenos de corte apocalíptico no deja sitio para más filosofía, sino para más acción. Personalmente, recomiendo buscar a Saramago en el cine de Michael Haneke, concretamente en películas como Los tiempos del lobo donde su director utiliza estas situaciones límite para explorar con misantropía las reacciones del ser humano.
'Blindness' - Fernando Meirelles - 2008 [ficha técnica]
lunes, 23 de marzo de 2009
A ciegas (Blindness)
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